Reconociendo los esfuerzos
El elogio es una forma de darle información positiva al niño para ayudarle a sentir lo que vale, que es competente y a que confíe en sí mismo. El elogiar al niño, le está señalando el valor de sus habilidades, rasgos o logros. Sin embargo, el elogio inapropiado surge cuando los padres juzgan la personalidad del niño, o lo elogian primero y después hacen un comentario negativo.
Cómo elogiar:
1.- Enfoque su atención en el niño y en la situación. El elogio merece toda su atención.
2.- Acérquese al niño. Es agradable que quien lo elogia a uno esté cerca.
3.- Mire al niño a los ojos, colóquese a su altura. Esto lo hace aún más especial.
4.- Describa lo que ve. “¡Que bueno!, te esforzaste al ponerte los zapatos”.
5.- Comparta su placer. ¡Me encanta que me ayudes!
6.- Con frecuencia un abrazo o una pequeña caricia hace que el mensaje sea aún más fuerte. Es agradable que lo acaricien a uno cuando lo elogian, sin embargo no es necesario.
7.- Recuerde: dé su atención al comportamiento. El amor se da sin condiciones; el elogio por hacer algo es condicional y se refiere a un comportamiento específico que usted quiere que se repita.
8.- Elogie frecuentemente, nunca es “demasiado”.